Dieta de Choque vs. Coaching Nutricional: Una Historia Real

La historia de la dieta de choque es una historia que muchos lo hemos vivido.

Nuestro amigo (le llamamos Jorge) quiere perder unos kilos para un viaje o un evento que tiene en un par de meses. ¿Entonces que hace? Pues entra en la web o busca una nutricionista para conseguir una dieta. Esta dieta casi SIEMPRE es una dieta ‘low carb’ o ‘baja en grasas’. Si es un plan de dietas realmente horrible, es una combinación de los dos. O, aún peor, es uno de estos planes que solo reemplaza la comida con batidos. 

Y claro… esta dieta funciona!

Jorge pierde unos kilos bastante rápido y sus pantalones ya le quedan flojos. Pero le falta energía, tiene hambre siempre y sueña con Nutella y patatas fritas. Su piel pierde calidad, y siente lento y cansado. 

Pero… ¡Jorge pierde peso! Puede ponerse el bañador de hace años en su viaje. En sus vacaciones, la comida se le va de las manos. Después de 6 semanas de esta dieta tan estricta, lo único que Jorge quieres comer es helado, pizza y patatas. 

Jorge vuelve de vacaciones… y parece que esas semanas de sufrimiento han sido para nada. Ha vuelto a ganar todo lo que ha perdido, y quizás algo más! 

Así que… la dieta ha funcionado… pero los resultados no han durado.

Muchos de nosotros hemos hecho lo mismo que Jorge. Queremos ver resultados, y los queremos ver YA. Estamos dispuestos a hacer lo que sea para estos resultados.. Pero solo hasta que lleguemos al objetivo. Y luego todo ese sufrimiento no ha servido para nada. Jorge no aprendió nada. 


Coaching Nutricional no tiene nada que ver con esta historia. Es otro proceso.

Escucha… vamos a hablar del caso de un cliente mío… le llamamos “Alberto”. Alberto me contrato con el objetivo de bajar en peso. También tenía problemas de digestión y pasaba muchos días hinchado, y se pasaba mucho con la comida ‘basura’ los fines de semana. Durante la semana, Alberto comía poco- restringía mucho los hidratos y la grasa, y comía muchos productos ‘light’. Mi plan para Alberto era de empezar a equilibrar cada comida, o sea, siempre tener una proteína, un hidrato y una grasa saludable con una fruta o verdura en cada comida principal. 

Alberto comenzó a enfocarse en cambiar sus hábitos de cada día.

En una de nuestras reuniones, Alberto me comentó que sentía que no podía ser que iba a perder peso, por qué estaba comiendo demasiado bien! Pero lo que Alberto no tenía en cuenta (pero yo si!) era que al comer bastante durante la semana, había dejado de ir por las patatas, galletas y nutella los findes. Disfrutaba de su trocito de chocolate cada día, y los findes tomaba alguna copa o cerveza. También encontramos (de mirar los datos que habíamos encontrado a través de este proceso), que Alberto era intolerante al gluten. Quitamos el gluten de su alimentación y vimos aun mas mejoras en su digestion y hinchazon. 

Por fin, no se encontraba hinchado cada día, ni tampoco estaba pasando hambre.

Me seguía preguntando cuando empezaba la dieta de verdad. Aunque es cierto que tardamos un poco más de las seis semanas de transformación que venden en Instagram (Alberto y yo estuvimos juntos 5 meses), ahora él puede usar bermudas que no podía poner desde hace años. El ya sabe los alimentos que le van bien para la digestión, y como comer cuando viaja. Puede disfrutar de una hamburguesa o un helado de vez en cuando sin sentir que pierde control. Y lo mejor de todo? Le gusta su forma de comer. Y puede ser CONSTANTE con ello- ¡aunque esté de viaje o está en casa! 

¿Sigues creyendo que la mejor manera de perder peso es haciendo una dieta de choque?

 

…….

 

Yo tampoco.

 

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